ESCASEZ
Se aleja solo
eliminado de la noche
y del lenguaje
siguiendo el carril de la sangre
arrojado al vano de la escritura
allí donde se fragmentan
tierras de monotonías que presumen
aún de enumeraciones
parábolas y de escondites
mientras descubre su secreto
bajo una desnudez que lo envuelve
después
durante un desahogo intrascendente
naufraga en la rectitud del vuelo
hacia la jugada más y más precaria
para terminar en un territorio
de remolinos
vestido de blancos inútiles
durante una polvareda
de harinas esenciales
amasada de boca y ojales
garabatea la simetría entre
la verdad y sus recuerdos
deshaciendo lentamente el paso
y temiendo el reencuentro
del ojo con su miopía.